La familia de origen como recurso terapéutico
Antes de nada quiero encuadrar a que nos referimos en terapia cuando hablamos de la familia de origen; y es que todos pertenecemos a una familia (padres, hermanos,… ), a una cultura (occidental, …) , a un territorio, a un colectivo, a una clase social,… que cuenta con su propia y determinada historia. La gran mayoría de nuestras conductas, creencias y formas de relacionarnos están condicionadas por los hechos que sucedieron en nuestro sistema familiar dentro de su contexto social y cultural concreto.
Estas circunstancias llegan desde el momento de estar concebidos (el embarazo de tu madre, tu nacimiento, los primeros años de vida,…) hasta la actualidad. Las recibimos en forma de relatos, de historias, de mandatos familiares, de mitos, de creencias, de acciones,… que definen nuestros comportamientos y determinan nuestros vínculos, independientemente de que sean o no una verdad objetiva.
Todas las personas de forma inconsciente asumimos roles y reproducimos patrones de comportamiento con el deseo de restaurar el equilibrio familiar. Así puede dar lugar desde imitar, vengar, paliar, negar o tratar de superar los hechos del sistema familiar que quedaron sin reparar y que desde entonces han quedado como “un tema o asignatura pendiente”, llegando a pasar de generación en generación.
Estas circunstancias siempre se dan, sucede en todas las familias, pero no todas tienen un grado de consciencia que te hagan llegar a pedir un acompañamiento terapéutico. Incluso a veces se llega a manifestar esta necesidad de cambio con sintomatología.
El hecho es que tanto lo sucedido en tu familia, como tu propia historia y tu carácter forman tu identidad.
Es por eso que uno de los motivos por los que a veces hay personas que sin saber exactamente que les pasa deciden iniciar terapia; e ir en búsqueda de ayuda terapéutica para poder gestionar su día día. Muchos detectan o intuyen la necesidad de observar que les pasa, de realizar algún cambio e incluso la necesidad de modificar alguna conducta, sin saber como estas han llegado a instalarse en sus vidas; dificultando el desarrollo y el avance a nivel de relaciones ya sean a nivel familiar, laboral, amoroso,…
A través de la terapia se puede poner atención y foco; observando y descubriendo como encontrar la mejor manera para lograr que tus relaciones sean lo más satisfactorias posible, aportando así un mayor grado de bienestar en tu vida. Para ello en terapia pongo como recurso una gran herramientas como es la Terapia Gestalt, que tiene como base la psicología humanista y sus tres fundamentos son la consciencia, la presencia y la responsabilidad.
Txell Valverde
Coaching, PNL & Terapia Gestalt.
Bert Hellinger:
«Todo problema individual será un problema sistémico que tiene sus raíces en la historia de vida de las generaciones».
«La familia tiene una memoria. Lo que de ella sale a la luz, es un regalo para nosotros».